Todos los años, en la noche de Halloween, los niños de la urbanización van de puerta en puerta con aquello de "truco o trato"... Yo siempre me pido trato, así que este año tenía un pequeño arsenal de chuminerías preparado:
- Escalofriante broche calabaza
- Terrorífica araña sonriente con sus zapatos de colores
- Pavoroso murciélago cabezón
- Pompitas aterradoras
- Juegos espeluznantes de colocar la bolita
Cuando pasan por casa ya llevan una bolsa entera de chuches, creo que si se las comen todas, se les quedarán los dientes peor que a la pobre calabaza. Yo prefiero hacer tratos con estas chirimboladas.
Upss... se me acabaron antes de sacarles ninguna foto...
Luego, toca la fiesta de mi amigo Antonio, que nació en NY, y que esta celebración la lleva él muy dentro. Hay que ir disfrazado a su fiesta. Y este es el disfraz que me hice para la ocasión, je je:
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