He hecho unos carteles de bienvenida, y me gustó cómo quedaron... pero he metido la pata, les he dado una capa de barniz, para que se puedan limpiar con un paño húmedo sin que se estropee la pintura, y como la he dado con brocha y no con spray, pues se me ha corrido el color negro de las letras, ¡¡¡qué pena!!!
Pues sí, he tenido que hacerlo mal para saber que no debo hacerlo más.
En este de las casitas, además, me había ayudado mucho mi hermana, que estuvo coloreando y coloreando... ¡a ver si puedo arreglarlo!
En este otro, el desastre se nota todavía más:
La idea era hacer un cartel para anunciar al mundo que la puerta en que cuelga es la que lleva a la habitación de Maria. Este fin de semana lo rehago.
Y por si las moscas, ya me he comprado un barniz brillante en spray, y espero que funcione mejor...